Relato de los Jueves: La Luz oculta del Faro

 

“…No sé porque te escribo, tal vez porque no puedo llevarme conmigo tanto peso en la mochila, pero tampoco deseo que te hagas responsable de unos actos que no te competen. Casi seguro que añadiré un peso sobre tu conciencia, pero también sabrás que hacer…”

Es importante que te ponga en contexto querida amiga, porque con mi soledad tan acostumbrada a buscar el ruido, entre clases y clases de todo lo que llenara mi semana después del trabajo en ese entonces, es importante. La idea de llegar a casa cansada no me daba tiempo de pensar lo vacía y sola que me encontraba, y las sombras que ello despertaría.

Era el año 2011, ¿recuerdas? Era una noche de esas sin esperar absolutamente nada, accedí a la invitación de cenar en tu casa. No fui la única invitada, éramos varios más. Nos conocimos con Ignacio, conocido de tu marido, no recuerdo si me pareció lindo, ¡Si! muy seductor, elocuente, esos detalles me despertaron curiosidad. Hasta se ofreció a dejarme en mi casa cuando la noche termino.

Comenzamos a vernos con frecuencia, nos divertíamos mucho, nos gustaba salir a ver espectáculos, la lectura nos encontraba en grandes charlas y disfrutar de veladas con un buen vino y reír. Siempre hablamos del mar. Recibimos tan casual como nuestro encuentro la oportunidad de comprar una cabaña en los bosques junto al mar. Con una playa que se llegaba por un camino de cuento, y entre esa belleza el Faro, muy dueño del lugar, donde en varios veranos los hemos invitado.

Con el tiempo mis caminatas en las noches hasta el Faro se pronunciaron, en principio me acompañaba, pero con el tiempo dejo de hacerlo, yo me volví más taciturna y la necesidad de salir a mirarlo cada día se acrecentaba, como una adicción.

Una noche la vi bajar ensangrentada, me asusté, corrí hacia ella. Era una extraña mujer con una luz particular. Me dijo que se encontraba bien, que nada malo le ocurría. Yo, me sentí algo desconcertada, pero le creí. Y, aun así, la curiosidad pudo conmigo, y en cada oscurecer esperaba verla, presentí que algo pasaba en ese Faro donde las olas lo abrazaban por las noches.

Los encuentros se hicieron noctámbulos, después de la desaparición de Ignacio.

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