Relatos de los Jueves: Pensamientos Inspirados
Frase elegida:
“Conservar algo que me ayude a recordarte sería admitir que te puedo
olvidar”
Romeo y Julieta - William Shakespeare
La primera corazonada de sensaciones que absorbe mi
cuerpo y entendimiento, nunca me ha dejado de advertir por cual camino seguir.
Mi razón en cambio en muchos momentos se interpuso y fue un error. Y esto fue
lo más difícil, después de lidiar con mi más íntimo dolor por venir. Decidí
regresar para marchar para siempre.
Fue el instinto animal que vive en mí que se dejó ir, me
fui acercando con ese sigilo que tienen los felinos, olfateando todo a tu
alrededor. Su aroma era irresistible, me entraba por las fosas nasales y me
embriagaba. Escuchar su voz, me erizada desde las entrañas y esa forma de
decir, todo, pero absolutamente todo me gustaba de él.
También fue el instinto que me dijo que eras tú la vida y
el destierro en las arenas del amor, la pasión que entre nosotros transito nos
desbordo y no hay distancia que la pueda contener.
Ese día, su voz que tanto ame, pronuncio estas palabras
que se clavaron en mí, "Conservar algo que me ayude a recordarte sería admitir
que te puedo olvidar." Así lo hizo y nunca más volvió.
Y grite en silencio: ¡es mentira! Nunca se olvida.
Sin embargo, guardo algo de él, que me lo recuerda en
cada caída de sol.
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Admitir que se puede olvidar, en tu texto, se desmiente. Hay instintos que nos empujan a situaciones sin salida que luego pretendemos no haber vivido.
ResponderEliminarUn buen relato. Un abrazo
Mi interpretación de tu preciosa contribución es esta. Corrígeme si me equivoco por favor: La pasión nos domina al amar. Creo que es una facultad muy propia de la naturalesa humana. Y como la pasión viene del corazón y no de la razón, es posible que una relación no sea del todo duradera cuando uno de los dos no cumple las expectativas del otro.
ResponderEliminarTe felicito por tu buena aportación a este reto.
La mía es la siguiente:
https://marcosplanet.blog/la-mirada-perdida/
Saludos, Cecy.
No sé si ha sido publicado mi comentario. Disculpa, igual no lo he hecho correctamente.
ResponderEliminarsaludos
Muchas son las veces que nos guiamos por nuestros instintos y casi nunca nos fallan , peor si asi fuera , la vida sigue.
ResponderEliminarUn texto que me gusto el enfoque.
Besos, Cecy.
Yo creo que las personas que pasan por nuestra vida y dejan huella, para bien o para mal, no se olvidan! Pero es verdad que conservar un objeto suyo parece que nos une en su ausencia! Un abrazote!
ResponderEliminarTomó su decisión... Pero es muy difícil olvidar. Un relato abrumador que arrastra un desamor y todas las sensaciones que ella siente y que desarrollas con maestría.
ResponderEliminarTe aplaudo. Un abrazo
Duele comprobar que sí se puede olvidar, al menos con la intensidad que se creyó amar en un momento. Precioso texto, Cecy. Un abrazo
ResponderEliminarSiempre conservamos algo, es inevitable. Puede que no conservemos ningún bien material, pero hay tantas cosas que nos recuerdan a los que amamos...buen relato, besos.
ResponderEliminarNo siempre se está preparado para un cierre, pero todo llega.
ResponderEliminarUn abrazo
Hola Cecy, ay ¿y qué guarda de él? Jeje, me he quedado con las ganas de saber qué es. Me lo he leído dos veces por si estaba puesto entre líneas, pero creo que no, ahí queda en suspense. Muy bueno.
ResponderEliminarUn abrazo. :)
Tenemos la capacidad de seleccionar que situaciones o personas dejar en el baúl de los recuerdos para siempre o cuales desapareceran de él con un chasquido de dedos. Un abrazo
ResponderEliminarEs el riesgo que se corre. Si te enamoras no piensas De ahí el refrán "El corazón sabe razones que la razón no entiende".
ResponderEliminarMe pregunto que guardó la protagonista que se lo recuerda cada dia. ¿Un hijo tal vez?
Buen texto, Cecy
Creo que nunca en la vida se olvida del todo, siempre algo te recuerda a alguien, y mucho más si ese alguien fue muy especial en tu vida, muy buena historia, me gustó.
ResponderEliminarSaludos.
PATRICIA F.
También has elegido el mismo texto que yo, aunque elegimos caminos diferentes en la interpretación.
ResponderEliminarUn buen relato.
Hola. Me he permitido la licencia de incluirte en mi sección de “Blogs Recomendados” como a todos los participantes en el reto del último jueves. Desearía que me dijeras si te gusta cómo ha quedado y si no deseas figurar por favor házmelo saber.
ResponderEliminarEn mi opinión, creo que es una forma de dar visibilidad a compañer@s que tanto trabajan, cuidan y aman sus entrañables blogs.
El enlace directo es: https://marcosplanet.blog/entra-y-descubre-nuestros-blogs-recomendados/
Saludos cordiales.
Muchas gracias Marcos, muy generoso de tu parte, visibilizar los blog de los compañeros y compañeras para que se conozcan, son todos muy interesante de visitar, son excelentes autores :)
EliminarUn abrazo
esa frase, obviamente solo funciona para personas muy muy muy " loquesea". incluso las muy odiadas.
ResponderEliminarpara otras hace falta recordatorio.
Pero aquí sí que hablamos de una de esas.
abrazooo
Hola, Cecy.
ResponderEliminarCuando decidí seleccionar esa frase, pensé que era pura ironía. Olvidar no se termina de olvidar nunca, solo que los recuerdos se adormecen y las dejarlos ahí, en la luz de las tinieblas, parece que desaparecen, pero siempre hay algo que los ilumina, por buenos o por malos.
La mente tiene la mágica capacidad de retroalimentarse, salvo cuando se funde.
Tu protagonista se aferra a un recuerdo como una brizna de aire que respirar, mas es un texto precioso, con cierta prosa poética.
Millones de gracias por sumarte a la convocatoria y regalarnos este fragmento.
Un besote.
Un texto muy apasionado, con frases preciosas como aquella de que el instinto le avisó de que era "la vida y el destierro en las arenas del amor". Se capta en todo él cierta contradicción interior mezclada a melancolía.
ResponderEliminarY es así... no se olvida, al menos si ha habido verdadero amor.
Muy buena aportación a las inspiraciones. :)
Un abrazo :)
Esas personas que sacan nuestra parte más animal y apasionada *.* Me encantó el comienzo del relato, y el final me dejó intrigada. ¿Qué recuerdo se quedaría de él?
ResponderEliminarUn besazo, Cecy