relatos de los jueves: noviembre
Hacía
mucho tiempo que la tía Juliana, no miraba desde su ventana. Pero hoy fue la
excepción cuando se le presentó la luna de noviembre asomándose por la claridad
del día, con su redondez, luminosa y gigante ante sus ojos. Entonces, la miró hasta
que estuvo en lo más alto del cielo azul. El brillo y la calidez de la brisa en
la hermosa noche hicieron que Juliana, recordara todos los noviembres que
pasaron juntos con su amigo Arturo desde que eran niños. De esta manera comenzó
con su relato, con un dejo de nostalgia en su voz:
- De niños,
nos escapábamos de los adultos a jugar al jardín de la casa de tus abuelos. Ya
se vislumbraba que éramos algo especial sin querer, sin saber que nos
acompañaríamos en este camino.
- La sorpresa
de amanecer después de largas caminatas y charlas por las calles de nuestra
ciudad, algunas cerca del río, y otras cerca de parques. Las bancas fueron
testigos silenciosas de sueños, amores, penas, proyectos y viajes.
- También lo
fueron de las cosas que más amábamos: su música, el saxofón y el violín, cuyos artistas
conocí e hice mis amigos a través de su pasión.
- Y de mí, los
escritos que escuchaba con devota atención, animándome a seguir escribiendo
leyendas y mis libros, que él hizo sus amigos.
- Siempre será
nuestro mes. Nunca faltábamos en noviembre, sin importar en qué lugar del mundo
estuviéramos, ninguno de los dos adquiría compromisos para estas fechas.
- Aunque ahora
él me espere en ese cielo azul donde brillan las estrellas. Era mi persona
favorita en este mundo, mi amigo y hermano.
Me
quede sentada junto a ella, observando esa luna en lo alto de la noche…
mas noviembres en casa de Molí de Canyer
Esos recuerdos de quien ya nos espera en el cielo son muy bonitos.
ResponderEliminarUn buen post. Un abrazo, y feliz jueves
Entrañable relato anclado a las nostalgias que noviembre nos genera. Y la luna, siempre la luna... A todo le agrega un plus. Un abrazo, Cecy
ResponderEliminarHola Cecy, noviembre es el mes de los recuerdos, empezamos con ellos el mes y ya no los soltamos hasta enero cuando termina la Navidad, época de echar mucho de menos a los que ya no están entre nosotros. Muy tierno y bonito relato.
ResponderEliminarUn abrazo. :)
Unos recuerdos que perduran en el tiempo y cada vez se hacen más intensos. Aquellos que en el cielo están nos protegen desde lo más alto, y allí están para cuando nos llegue cada uno la hora de reencontrarnos.
ResponderEliminarUn besote
Me gusto mucho esos recuerdos que nos cuentas, cuando cree que en el más allá nos reuniremos , al menos ese es un gran consuelo. Un beso.
ResponderEliminarpd. El comentario anterior no se si subió.
Las personas que ya no están siguen vivas en los recuerdos. Bonito texto. Un abrazo!
ResponderEliminarlady_p
Un relato precioso sobre la añoranza de los seres queridos... Debe ser muy duro perder a la persona favorita.
ResponderEliminarUn besazo
Me gusta tu relato es muy romántico entre una pareja que el destino ha separado hasta la eternidad.
ResponderEliminarUn relato lleno de nostalgia y muy bello aunque con un toque inmenso de tristeza. Gracias por tu aportación, besos.
ResponderEliminarEs curioso como ciertas fechas nos recuerdan a nuestras personas favoritas y nos conectan con ellas, aunque sea en la distancia, para siempre! Bonito relato de entrañables recuerdos! Un abrazote Cecy!
ResponderEliminarOh! que triste. Pensé que la vida los había separado, pero no hasta ese punto.
ResponderEliminarMe sorprendiste, Cecy. Aunque dicen que siguen viviendo mientras se les recuerda.
Un abrazo.
No se si ya comenté Cecy. Si me ves doble eliminas uno jaja
ResponderEliminarTu relato me parece nostálgico y triste. Hay momentos en que la vida es difícil sin esa persona que se echa de menos, aunque también dicen que siguen vivos mientras se les recuerda.
Un abrazo.
Hola Ardilla :) como fueron tres, se quedan aquí conmigo, gracias jeje te mando un abracito,
EliminarMadre mia, no es que tenga problemas de cabeza jajaja. Es que los dos primeros los hice el sábado desde el móvil, y me daba la sensación de que no funcionaban. El tercero es de esta mañana de domingo desde el ordenador. Y ahora veo que dejas los tres. Menos mal que soy roja y la vergüenza no se me ve jajaja
EliminarNo te preocupes, estas mas que bien de la cabeza, y me haz hecho reír con tu comentario y si a veces nos pasa a todos esto de confundirnos, si dejamos a no el comentario, nada de vergüenza jajjaja y esa Ardilla es muy linda.
EliminarNoviembres en latitudes distintas, pero las emociones son iguales. Que duro es perder a tu persona favorita. El resto te ayuda a seguir adelante, pero la vida ya no es igual. Siguen vivos en nuestra memoria, pero qué duro es no tenerlos cerca.
ResponderEliminarUn abrazo, Cecy
yo soy más de lugares que de fechas, aunque los cumpleaños y las fechas muy destacadas, concretas, nunca pasan de largo.
ResponderEliminarabrazooo, Cecy
No sé porque, es en noviembre cuando pensamos en los que se han ido, no importa el mes en el que partieron a su último destino. Me encanta.
ResponderEliminarUna preciosa evocación llena de nostalgia, por la influencia irresistible de la luna. Hay un matiz que acompaña a esta historia y es la intangible conexión con esa persona que ya no está. Mantienes la ilusión de que cada noviembre va a seguir allí, contigo.
ResponderEliminarEnhorabuena.
Aprovecho para invitarte a comentar en marcosplanet.blog mi último artículo: "La máquina que transformaba el miedo en arte".
Saludos cordiales