Relato de los Jueves: Supersticiones
Caminaba
intentando no tocar los bordes y líneas que separaban las baldosas en ese largo
pasillo que la llevaría al laboratorio. No había luz suficiente para darle
claridad a sus ojos, apenas vislumbraba una bruma blanca que se posaba por
momentos en el piso y le restaba a la oscuridad.
-
¡Mierda! ¡Mierda! - Decía entre dientes, cuando casi al final del pasillo una
escalera se interpuso en su camino y la puerta por donde debía acceder. -
¿Quién demonios la dejó aquí? –
Su
corazón latía con más celeridad. – No puedo pasar por debajo, es enorme, tendré
que treparme y saltar, para pasar al otro lado. – Nina Raven estaba cada vez
más confundida. Con todo el esfuerzo trepó hasta pararse en el escalón, se
sentó para calmar sus palpitaciones porque estaba muy irritada y al mirar donde
tenía que saltar, ya no daba crédito a lo que vio: un gran círculo de color
negro, donde en su interior contenía el número 13 en color anaranjado
fosforescente.
- ¡Que
carajos! ¡Que carajos! Se repetía y ya con la voz más pronunciada mientras no
solo le picaba la nariz, también su cabeza. – ¡Esto es una locura! –
Tenía
que saltar intentando de no caer dentro del círculo, además de no provocarse un
esguince o romper cualquier otra parte de su cuerpo. Nada podía interferir en
su objetivo. Debía llegar al laboratorio y preparar las medicinas que “Ámbar”
le había solicitado de manera apremiante.
Después
de toda la peripecia en llegar, estaba trabajando tranquilamente, ya casi tenía
todo listo para entregar solo faltaba la última revisión, cuando un gato negro saltó…
¡BOOMM ¡BOOMM!
¡Nina!
¡Nina!, ya despierta hija que te esperan en el laboratorio.
Nina abrazó
a su madre, y se reía de ella misma, es que nunca fue supersticiosa.
¡Chan!
¡Hasta ahora!
Muy supersticiosa, pero al menos sólo era un sueño. Muy cómico.
ResponderEliminarUn abrazo
Menos mal que fue un sueño, o casi una pesadilla. Bueno, seguro que a pesar de no ser supersticiosa lo tendrá en cuenta jajajá. Un besote grande, muchas gracias, cielo por sumarte a la convocatoria.
ResponderEliminarAl final fue todo un sueño *.*
ResponderEliminarMe hizo gracia el comienzo del relato: "Caminaba intentando no tocar los bordes y líneas que separaban las baldosas"... ¡A veces juego a hacer lo mismo!
Un besazo juevero, Cecy
Hay sueños que lo pasas tan mal que al despertarte comprendo que hasta la protagonista entendiera lo de ser supersticiosa y fuera más comprensiva con esta faceta que el que la sentía se ponía verdaderamente mal.
ResponderEliminarBesos
Los sueños de ese tipo gustan. Lo mejor es cuando compruebas que tus temores se desvanecen al despertar y lo recuerdas con una sonrisa. Me ha gustado mucho cómo desarrollas la acción y ese final.
ResponderEliminarUn saludo.
Hola Cecy, en vez de encadenar una desgracia detrás de otra, encadenaba una tras otra, las supersticiones varias que tenía en la cabeza... Se despierta y fue un sueño, pero... terminas con una frase que nos crea mucha duda... Buen relato.
ResponderEliminarUn abrazo. :)
No existen la magia y la mala suerte? Lo principal de ello lo llevamos dentro y si comenzamos a pensar en sus indeseadas consecuencias, seguro terminará afectandonos. La sugestión es muy poderosa. Un abrazo Cecy
ResponderEliminarMenos mal que sólo fue un sueño, pobre Nina, con el susto que llevó ante tantos contratiempos, vaya a saber si cambia o no de pensamientos.
ResponderEliminarMuy buena historia, me gustó mucho, un abrazo.
PATRICIA F.
Madre mía, que alivio debió sentir al ver que era todo un sueño.
ResponderEliminarQue carajos, que carajos! jeje ahí me he reído
Buen relato, Cecy
Buen fin de semana
Que cúmulo de objetos supersticiosos en tan solo un momento! Je, je! Difícil esquivarlos a todos al mismo tiempo! Je, je! Un abrazote!
ResponderEliminarjajajjaja todo era un sueño ante tal cumulo de agresiones Un abrazo
ResponderEliminarY...le volvió la sangre a las venas ,que mal rato la pobre estos sueños que son pesadillas ;cuanto se
ResponderEliminarSi esto le llega a pasar de verdad seguro que hubiera puesto pies en polvo rosa;))
Yo no soy superticiosa la verdad, pero si que tengo mis manías de el orden ...
Un deleite pasar por tu rinconcito estimada Cecy
Nina Raven es un magnífico nombre ara un personaje. Me alegro que vuelva a aparecer en un relato.
ResponderEliminarUna científica siendo supersticiosa, aunque sea en un sueño, tiene su gracia.
Besos.
pues con toda la carrera de obstáculos, lo logró. Sin obstáculos toene que ser pan comido.
ResponderEliminarlo de no pissr las rayas es un trastorno derivado de jugar mucho a la rayuela en la infancia. Todo deriva de la infancia😝
Besosss
La sugestión es poderosa, quizás sea el inicio.
ResponderEliminarAbrazo