deshojando relatos

  Era una mañana de principios de marzo, estaba recostada en mi cama, a mi cuerpo le costaba mucho despertar, pero mis pensamientos, indócil, se acomodaron en una almohada de recuerdos. Como resultado me lanzaron a darme un baño, armar el bolso y como si fuera en línea recta, a la terminal de ómnibus, con el solo objetivo de adquirir un boleto que me llevará al Mar de las Pampas. Lo extraño es que salí de la terminal de Retiro el domingo 3 de marzo y cuando bajé en la ciudad balnearia, según el cartel de anuncios de la estación, decía miércoles 28 de febrero. Mi mente se inquieto y sentí algo de temor, comencé a caminar tranquilamente hasta el hotel, intentando verificar la veracidad de la fecha. ¡Que así comprobé! La mañana del 29 fui temprano a la playa a disfrutar del mar, estaba desierta, respire profundo, me sentí feliz, acomode mi lona en la arena. Mientras el sol calentaba mi piel, la brisa suave proveniente del mar, la refrescaba. Me dormite con el sonido tan particular...

“Los sueños del más allá”   Imagen tomada de la web Todo lo que se leerá a continuación son datos históricos de público conocimiento.  En referencia al relato mágico del sueño, es por cuenta exclusiva de mi autoría. Nos vamos a ir mucho más atrás de ese hombre de mediana estatura, bien parecido, inteligente y estratega. En resumen: “brillante” que en pocas palabras conquisto al mundo entero. Trascendió por los siglos de los siglos, de quien también se puede intuir, que era tan despiadado como sensible, una mezcla avasallante. Claro que esto tiene un origen, alguna vez fue un niño, privilegiado para su época. Se educó con grandes maestros, entre ellos, Aristóteles, también aprendió el arte de la guerra con su “Padre” Filipo II, pero antes de ellos, un maestro macedonio, no solo lo forja en su cuerpo y espíritu. Lo enamora de las letras: Homero, La Ilíada. Su madre, fue una gran influencia en las artes de la religión. “Una noche tras un sueño profundo, tuvo una gran revela...

  Se festejaba el cumpleaños de la abuela Antonia, en la casa de la infancia del padre de Sebastián. Para todos era una verdadera fiesta ir, encontrarse una vez al año. Algo incomprensible, era, que jamás se sabía de donde salía tanta gente que se convocaba sin previo aviso, tres generaciones con sus respectivos parientes y amigos. La abuela Antonia si sabía, porque a ella no se le escapaba absolutamente nada. Sabía perfectamente quien era quien y hasta de cada amigo de los amigos de sus hijos y nietos. ¡Ojo! Que nunca fue metiche, en realidad no le hacía falta. Ella, siempre fue una gran oyente, creo que por eso era tan querida. En la tarde, después de cantar el cumpleaños 96 de Antonia, cortado y repartido esa enorme torta. Cuando todos en silencio por estar disfrutando cada uno de su porción, alrededor de esa inmensa mesa. Ana que era tan curiosa se atrevió a preguntarle: Abuela Antonia, ¿Cómo hace para no distraerse y prestar atención a todos los detalles? Antonia la miró...

Me place cerrar esta convocatoria con una carta de: “Enrique VIII para Ana Bolena” Fuente: Libro “Grandes cartas de amor”        Mi señora y amiga, mi corazón y mi persona nos rendimos ante vos, suplicándoos que sigáis favoreciéndonos con vuestro amor y que, a causa de la distancia, vuestro afecto por ambos no disminuya: pues sería una gran pena aumentar nuestro dolor, en el que la ausencia ya provoca el suficiente y mucho más de lo que nunca creí poder sentir, recordándonos aquel principio de astronomía según el cual: cuanto más largos son los días, más distante está el sol y, sin embargo, más calienta. Así sucede con nuestro amor, que pese a la ausencia que mantenemos, incrementa no obstante su fervor, al menos por mi parte, si bien deseo suceda igualmente por la vuestra, asegurándoos que por mi lado el dolor de la ausencia ya es demasiado grande para mí; y cuando pienso en mi sufrimiento aún no hará sino aumentar, me resulta casi intolerable, salvo por la...

                                                                                        8  de febrero de 2024   Mi querida amiga Ana:    Es inmensa mi alegría al recibir noticias tuyas, y a través de tus trazos en estas cartas, conocer tu ánimo y como van progresando tus estudios. Jamás imagine que viajaríamos al siglo pasado para conocer en largas esperas, nuestros pesares y también nuestros aciertos.    Y es evidente que no escuchare tu voz, ni ver tu rostro mi querida, hasta las vacaciones de verano que nos volverá a juntar en nuestro pueblo, donde hemos crecido, y vivido una infancia soñando con viajar a otros lugares, y disfrutar de toda la tecnología que no presenta este siglo de la comunicación digital.   ¿A quien se le...

💓A continuación,  la lista de participantes que los llevará a leer sus aportes  no se olviden de visitarse mutuamente 💓 ♪♪ Campirela ♪♪ ♪♪ Rodolfo ♪♪ ♪♪ Marifelita ♪♪ ♪♪ Pepe ♪♪ ♪♪ Patricia F ♪♪ ♪♪ Miguel ♪♪ ♪♪ Albada Dos ♪♪ ♪♪ Merche ♪♪ ♪♪ Tracy ♪♪ ♪♪ Nuria ♪♪ ♪♪ Molí ♪♪ ♪♪ Marcos ♪♪ ♪♪ Esther ♪♪ ♪♪ María ♪♪ ♪♪ Moni ♪♪ ♪♪ Demiurgo ♪♪ ♪♪ Cecy ♪♪  

¡Bienvenidos a la convocatoria del Juevera del 8 de febrero!     Será que estamos en el mes donde se festeja el día de los enamorados. Y me puse romántica, y recordé que tuve la fortuna, la oportunidad de recibir cartas de puño y letra, con su estampilla pegada y enviada por correo. No fue una, sino varias, y la alegría después de tanta espera, y la emoción de recibirla, tomarla entre mis manos y devorarla con mis ojos, es algo que guardo en mi corazón como un gran tesoro.   Hoy la vida es todo para ayer, y la ansiedad hace que no podamos esperar. Hoy la tolerancia nula de los jóvenes a la frustración es tremenda, por esa ansiedad que creció por lo inmediato. Imaginen, cuando la comunicación era solo por carta manuscrita, y salían despachadas por los barcos y tardaban meses en llegar… Hoy nos resulta algo muy atávico. La convocatoria se trata de escribir una carta de amor: *Cortejo de amor* *Amor platónico* *Despedida del amor* *Amor no correspondido* *Un amor atorm...

  Esa tarde de verano en la hora de la siesta, con mis 5 años, ya te seguía en las travesuras, recuerdo que me pediste que entre a la habitación de nuestros padres, para tomar de la mesita de luz las llaves del auto de papá, con la promesa que me llevarías a dar una vuelta. Era tan sigilosa que nunca se despertó, a mí me pareció toda una aventura. Empujamos el auto hasta la esquina, para que no escuchara cuando lo ponías en marcha. Y sí que cumplías tu palabra, me llevaste a dar una vuelta. ¡A la manzana cretino! Luego me dejaste en la puerta de casa. No sé cómo le hacías, pero llegabas justito antes que se despertara papá, mientras mamá y la abuela me interrogaban en el patio, jamás te delate. Una mañana de verano dibujamos el pato más lindo del mundo en la pared del patio trasero de la casa, sobrevivió muchos años. Nunca lo olvide, fue una obra de arte que hicimos juntos, y mi mente lo recuerda como si fuera hoy. Tu primer baile, sentado al lado de la chica más linda, la cu...