relatos de los jueves: los cuatro elementos
Ana estaba con su madre mientras preparaba su bolso. Cuando la bocina del
auto del padre de Sebastián comenzó a sonar. Ya en la puerta, ambas se abrazan.
Como era de esperar, recibía todas las recomendaciones, pero apenas prestó
atención a una o dos. Mientras Sebastián le pedía que se apresurara.
Todo el grupo se reunió en el mismo lugar. El bar de la escuela, donde solían
juntarse a estudiar, hablar, comer o simplemente como hoy, despidiéndose de la secundaria.
Se iban de vacaciones, lejos de la ciudad, un sueño compartido viajar juntos a
la naturaleza, y sus cuatro elementos, acampar y realizar senderismo con otros
grupos ya apuntados cuando contrataron el viaje.
Todo iba muy bien; salieron muy temprano en la mañana, ya estaban por el
segundo refugio, algunos cansados decidieron regresar al primer refugio, pasar
la noche, y luego regresar al día siguiente para disfrutar la propuesta
turística del pueblo.
Ana y Sebastián decidieron subir a la cima, querían ver desde esa altura
como se vía el espectacular paisaje y retratarlo; estaban muy emocionados. Desde
lo más alto, con los ojos brillantes y los cuerpos vibrantes, experimentaban un
poderoso contacto con los colores, y con la tierra, el aire y el agua que conforman
el cuadro natural. Pinceladas de la creación.
Muy felices regresaron con mucho cansancio al refugio, para cenar, dormir,
y regresar a primera hora para reunirse con sus amigos.
Nunca imaginaron lo que estaba por ocurrir, con dos muchachos molestos que,
aunque no quisieron reparar en ellos, ya habían causado algunas molestias entre
la gente. Despertaron cuando escucharon la voz de los guías montañeses solicitando
que salieran lo antes posible debido a un incendio provocado en el camino al
primer refugio.
Entre la gente de este pequeño grupo, faltaban dos, los muchachos que no
dejaban de comportarse mal. La ayuda del clima, muy amigable, no condujo a daños
mayores, y regresaron, aunque nerviosos por desconocer el hábitat, con la
seguridad que le transmitían los guías montañeses. Enojados con estos dos
inconscientes, pero alegres de lo vivido y aprendido.
“La naturaleza hay que cuidarla” su belleza y su bondad, es un regalo, una
bendición.
Ya hemos visto y estamos viviendo desastres muy tristes, cuando la mano del
hombre la destruye, “Ella SE DEFIENDE”.
Efectivamente la naturaleza hay que cuidarla y respetarla! Ya que si se desvoca por nuestra causa, tenemos todas las de perder! Los elementos pueden ser muy peligrosos si estan descontrolados! Un abrazote Cecy y gracias por participar en este nuevo reto juevero!
ResponderEliminarGracias, es un placer acompañar. Un abrazo :)
EliminarLos típicos estropeasalidas. seguramente se las Dan de conocer muy bien la naturaleza.
ResponderEliminarNo me queda claro si fueron ellos los que provocan el incendio, supongo wue si.el domingo volví a ver una peli donde muestra lo poca cosa que somos los humanos frente a la naturaleza. " Wind river" . supongo wue la habrás visto . por si acsso.
yo siempre que veo que la Dan por la tele, la vuelvo a ver, y eso que soy urbanista recalcitrante.
Al final Ana parece que disfruto del viaje. Mejor que todos los problemas fueron humanos. la naturaleza ni siquiera se molesta en perdonar.
Abrazoo
La voy a buscar, me suena el nombre, pero a veces resulta que le dan otros nombres. En referencia al incendio, no lo dice explícitamente que son ellos, pero su comportamiento los apunta.
EliminarUn abrazo :)
Beautiful blog
ResponderEliminarMuchas gracias Rajani!
EliminarBeautiful blog
ResponderEliminarBeautiful blog
ResponderEliminarPues si, Cecy : A la tierra y en eso incluyo todo lo que abriga y envuelve (agua , aire, y fuego en sus volcanes) hay que cuidarla y respetarla. No en vano hay culturas que le llaman "madre". Nos acoge, nos alimenta, nos quita la sed, aun conserva lugares inalterados y preciosos... hay que cuidarla.
ResponderEliminarUn abrazo :-)
Por todo eso que ella hace por nosotros, nos da y de manera amable para nuestra subsistencia, es que tenemos la obligación de cuidarla.
EliminarGracias Ardilla :)
Estoy de acuerdo, la naturaleza hay que cuidarla... Espero que aún estemos a tiempo. Siempre hay algún toca pelotas, aunque en este caso sean dos... Buen aporte. Un abrazo
ResponderEliminarSi Nuria, siempre hay uno de esos "toca pelotas" "inconscientes" .
EliminarGracias :)
Hola Cecy, muy buena tu historia, para crear conciencia que donde la mano del hombre se mete sin cuidado provoca daños, cada vez son más, lamentablemente.
ResponderEliminarMe gustó tu historia, saludos.
PATRICIA F.
Parece a propósito, hoy tenemos tantas campañas de concientización, y toda la información de lo que ocurre al alcance de la mano para cuidarla.
EliminarMuchas gracias Patricia :)
Sin duda no somos conscientes del daño que puede hacer un fuego en la montaña o el cualquier otro lugar. Años para ver crecer un bosque y minutos para destruirlo.
ResponderEliminarUn buen relato , con ese fuego de testigo por dos inconscientes.
Un saludo.
Años de conciencia, debería ser un tema a la orden del día desde que nacemos,
EliminarMuchas gracias Campi :)
Como bien dicen, -la naturaleza no necesita que la defiendas, ella lo hace sola-, nosotros solo somos el desastre.
ResponderEliminarMe queda la imagen mental de esas vistas maravillosas.
Un abrazo
Ese es el punto, que ella esta tomando represarías y lo vemos a diario.
EliminarMuchas gracias Camila :)
Ahí aparecen los elementos. Casi siempre es la mano del hombre quien destruye a la propia naturaleza.
ResponderEliminarA esos dos locos...habrá que castigarles de alguna forma :-). Un abrazots
Debe haber un castigo para los destructores, pero de cumplimiento efectivo, porque mucho ruido y después no queda en nada.
EliminarMuchas Gracias :)
Un buen texto con un gran mensaje final.
ResponderEliminarSaludos (lady_p)
Muchas gracias lady :)
EliminarLamentablemente hay gente que no lo comprende. La naturaleza exige respeto y cuidado, de otra forma, ella misma nos pondrá en jaque, recordándonos lo vulnerables que somos. Un abrazo, Cecy. Que sigas bien
ResponderEliminarYa nos esta poniendo en jaque, con ver los cambios climáticos no alcanza, ni el arca de Noe, nos salva de la mano destructora del hombre.
EliminarMuchas gracias Moni :)
en todas las pandillas de adolescentes hay uno, al menos, que lo jode todo, no se si por complejo o por hacerse notar Un abrazo
ResponderEliminarSiempre que recorro sendas perdidas por los maravillosos paisajes españoles me cubro de una pátina de respeto y casi devoción hacia la madre naturaleza, a quien necesariamente debemos respetar y cuidar. Un relato con buen mensaje. Me quedo con la frase:" ... un poderoso contacto con los colores, y con la tierra, el aire y el agua que conforman el cuadro natural. Pinceladas de la creación". Muy evocadora.
ResponderEliminarPor cierto, si quieres te pasas por mi blog y comentas. Participo en el reto de los jueves con mi relato "El Navegante" que te dejo aquí:
https://marcosplanet.blog/el-navegante/
Gracias de antemano por comentarlo.
Hola Cecy: muy importante tu mensaje, la naturaleza hay que cuidarla, desde luego, un buen microrrelato.
ResponderEliminarUn abrazo. :)
La naturaleza es quien nos cobija , nos alimenta y nos hace disfrutar ,pero también es implacable con los que no la cuidan, como ejemplo tenemos el cambio climático.
ResponderEliminarLos jóvenes por su inconsciencia aún no han aprendido a respetarla y ella responde para enseñarnos a todos.
Muy bien dicho! La naturaleza es demasiado importante para destruirla y maltratarla. Es una bendición tenerla hoy, no hagamos que no esté el día de mañana... Muy buen relato. Un saludo!
ResponderEliminarEsas primeras salidas de adolescentes con olor a tierra, aire, agua y libertad. Lastima que a veces hay quienes las fastidian. Buen relato, besos.
ResponderEliminarLa naturaleza hay que cuidarla, sin ninguna duda. Y si no se cuida, se defiende en forma de incendios, huracanes, inundaciones, granizo...
ResponderEliminarUn besazo, Cecy
Queridos/as compañeros/ar, muchísimas gracias por leer mi aporte y dejar sus aportaciones que tanto ayudan.
ResponderEliminarLos abrazo :)
La naturaleza es sabia y que bien se recupera: pero el hombre es puñetero de naturaleza ,son como esos incoscientes que por curiosidad a veces y otra por pura MALDAD...
ResponderEliminarSe nota que los conoces bastante bien; un relato con esos elementos y con un buen final.
Un abrazo ,Cecy